Tenía 21 años cuando tomé la decisión de vivir de la actuación. Todo mi entorno me gritaba que no podría vivir de ese oficio.
Comencé a buscar alguna forma de estabilidad laboral en el arte escénico, busque en teatros, periódicos, tv…y nada.
Hasta que encontré un aviso en una página de internet, de una Empresa llamada Tejidos Humanos en Acción.
El nombre resonó en mi cabeza, sentí que había algo ahí para mí, sentí que ese era el lugar dónde todo podría comenzar. Llegue al casting, conecté con ellos, con su trabajo, me pareció lindo poder ayudar a la gente desde mi oficio y que me pagaran por eso.
Ahí comenzó todo, fueron pasando los años, años en los que ellos me veían crecer a mí y yo los veía crecer a ellos, estábamos creciendo juntos, a nivel profesional y personal.
Conocí muchísimas Empresas y gente maravillosa, disfruté cada actividad, sonreí al ver que la gente sonreía conmigo.
Comencé a comprender el impacto que mi oficio puede tener en la sociedad. Descubrí que podíamos desde nuestras intervenciones escénicas y de educación experiencial, ayudar a prevenir accidentes, construir culturas en torno al cuidado, mitigar Dolores del cuerpo y del alma.
Mientras hacía todo esto, también viajaba, me subí por primera vez a un avión, conocí el mar y muchos otros lugares trabajando con THA. Como en toda relación, hubo diferencias, que nos ayudaron a vivir aprendizajes mutuos, crecer como familia, como Organización, como personas y a fortalecer ese Tejido Humano.
Por todo eso y mucho más, estoy muy agradecida con THA. Siempre en mi corazón.
Andrea Contento
Actriz y Comunicadora Social
